Este almacén logístico, situado en una posición estratégica de Bolonia, se extiende en una superficie de casi 22.000 metros cuadrados. El edificio se ha diseñado para satisfacer las necesidades operativas del usuario cumpliendo los requisitos ambientales más estrictos. Una de las fachadas del edificio está equipada con 14 muelles de carga y un acceso especial para vehículos ligeros al nivel de la calle. Además del espacio de almacenamiento, se han integrado 300 m² de oficinas para garantizar la gestión administrativa del centro.

Una peculiaridad del proyecto es que los canalones pluviales se han diseñado para fluir en el interior del edificio, liberando visualmente las fachadas exteriores. Este detalle arquitectónico se aplica también al aspecto de las marquesinas y del aparcamiento de las bicicletas: estructuras metálicas de color rojo. Estos elementos, que recuerdan los equipos de extinción de incendios, contrastan con el negro de la fachada para crear un fuerte impacto visual apenas se entra en el complejo. El edificio está equipado con dos sistemas fotovoltaicos diferentes. El primero, de 15 kWp, es conforme a las normas legales vigentes, mientras que el segundo, con una capacidad de 500 kWp, se ha instalado en base a las necesidades específicas de nuestro cliente. Gracias a estas opciones de diseño, el proyecto ha obtenido la certificación BREEAM Excellent, lo que demuestra nuestro compromiso con la sostenibilidad en nuestras prácticas de construcción.