Este importante proyecto ha previsto la construcción de dos plataformas logísticas, cada una de las cuales con diversas necesidades específicas. El primer almacén está destinado al almacenamiento tradicional, mientras que el segundo se ha equipado específicamente para la conservación de los alimentos en frío.
Juntas, estas dos estructuras ocupan una impresionante superficie de 190.000 m², ofreciendo una notable capacidad de almacenamiento. Con 134 muelles de carga divididos entre los dos almacenes (91 muelles en el primer edificio y 43 en el segundo), el proyecto se ha concebido para gestionar un extraordinario flujo diario de mercancías y vehículos. Además, para satisfacer las necesidades administrativas y operativas de cada uno de los almacenes, se han añadido dos edificios para oficinas, con un total de de 2.800 m² de espacio terciario.
La integración visual del proyecto se ha estudiado atentamente. Las fachadas de los dos edificios alternan colores representativos de su entorno directo: tonos verdes, marrones y beige. Gracias a un sistema fotovoltaico de 1,6 MWp que suministra energía limpia y a un fuerte compromiso con el ambiente, el proyecto ha conseguido la certificación BREEAM Excellent.